¿Qué necesita el hombre
hambriento? ¿Dinero?. En absoluto. ¿Fama? Tampoco. ¿Buena ropa? Menos. Lo que necesita ese alimento.
¿Qué necesita
un hombre sediento? ¿Acciones en la Bolsa? No. Necesita agua. Y cuando obramos
con sinceridad y decisión, y necesitamos pan del cielo y el agua de la vida, no
hemos de detenernos hasta conseguirlos.
Por D.L. Moody
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